El señor de Pasión lo hizo estrenando una cruz arbórea en madera de cedro con detalles de pan de oro, y María Santísima de los Desamparados lo hizo saliendo bajo una lluvia de pétalos de rosa.
A las seis y media de la tarde se abrieron las puertas del templo de Santa Teresa en el barrio de Oliveros. Más de 250 nazarenos vestidos de morado acompañaron a los dos titulares de la corporación.
A la voz de Juan sagredo realizó el Señor de Pasión su primera levantá. Ahí comenzaba su itinerario portado por 35 costaleros. El señor de Pasión estrenó una cruz arbórea en madera de cedro con detalles de pan de oro.
Después le tocaba el turno a María Santísima de los Desamparados, que salío con una primera levantá del alcalde y bajo un manto de pétalos de rosas que vistieron su salida del templo.
Una cuadrilla de treinta costaleros mecieron a la Señora de Oliveros.
La corporación hizo su entrada en carrera oficial por la calle General Tamayo, en busca de la principal arteria de la capital. El señor de Pasión fue el primer paso de la tarde que procesió por el centro de Almería, y minutos después lo hacía María Santísima de los Desamparados acompañada de distintos sones de Santa Cecilia de Sorbas.
Cuando la noche ya había caído ambos tronos llegaron a la Catedral para postrarse ante la Diócesis. Más de cinco horas de recorrido para una hermandad que regresó al barrio de Oliveros con la majestuosidad con la que había salido. Ahora a esperar la llegada del año próximo, fecha muy especial pues cumplirá 25 años esta hermandad.