La lluvia obligó a la Macarena a tener que refugiarse en el templo de San Sebastián, y hacer una reunión de urgencia para ver si continuaban el recorrido o se volvían a San Ildefonso. Finalmente continuaron y su paso por la calle de las Cruces fue espectacular.
Apenas llevaba la procesión de La Macarena una hora en la calle cuando el cielo, hasta entonces gris comenzó a dejar caer unas gotas, que en la hermandad se vieorn como una amenaza a su estación de penitencia. Aunque tuvieron que resguardarse en la parroquia de San Sebastián, finamelente volvió hacer una nueva salida dos horas y media después y el resultado puso los pelos de punta a todos los asistentes, sobretodo cuando esta hermandad pasó por la calle de las Cruces, y arropada por miles de personas se dejó absorver del fervor de los almerienses. Los pétalos de flores caían sobre la imagen de la Macarena para darle las gracias por un año más haber estado ahí.Un procesión que se alargó, llegando a Carrera oficial pasadas las once de la noche, pero que supo llegar al corazón de las miles de personas que la estaban aguardando.