Con la colocación de la primera piedra que unirá los depósitos de la Pipa y San Cristóbal comienza una nueva etapa hídrica para la capital. Se trata de unos trabajos que llevan esperando desde el año 2003, pero ha tenido que ser con el “gobierno del cambio” con el que se hagan realidad.
El agua de la desaladora de Almería abastece tan solo a una parte de la ciudad, para que pueda llegar en toda su extensión era necesaria una obra majestuosa, que implica una inversión de más de 11 millones de euros, que gracias al convenio firmado entre Ayuntamiento de Almería y la Junta de Andalucía son ya una realidad.
Se trata de una construcción de más de 10 kilómetros de tuberías subterráneas que permitirán un impulso hídrico a la ciudad y que no supondrá un aumento en el coste de los impuestos de los almerienses.
La consejera de Agricultura, Carmen Crespo, ha pedido mucha paciencia a los almerienses, ya que una obra de tanta envergadura causará molestias en su construcción, pero hay que centrarse en las mejoras que aportará.
Unos trabajos que comenzarán en tan solo unos días y que tendrán un plazo de ejecución de 24 meses.