Esta es una noticia amable que nos demuestra la fuerza de las pequeñas ideas. Y es que un comercio del centro de la ciudad, de toda la vida, se ha hecho viral en estos días gracias a una original campaña promocional difundida en redes sociales.
Quién le iba a decir a Eva, la segunda generación de Lencería Charo, esta pequeña tienda de la Calle Zaragoza, que un simple vídeo promocional subido a redes sociales, la iba a convertir en todo un fenómeno viral. Gracias a esta campaña, sin modelos profesionales, el eslogan de la tienda ha llegado a todo el país.
Un proyecto con mucho corazón, dirigido a todas las mujeres que pasan por su tienda y también a aquellas a las que les cuesta encontrar su hueco en las tallas estándar.
Ana y Charo son dos de las protagonistas del famoso vídeo. Una, clienta habitual, y la otra, la fundadora de este negocio, que a sus 75 años ha descubierto un nuevo hobbie.
Y a pesar de esa fama inesperada y de llevar unos días entre focos y grabaciones, Ana está encantada con la experiencia. De hecho, ya le ha salido algún proyecto más.
Esta lencería se ha convertido en todo un ejemplo de adaptación, porque cuarenta años después de levantar la persiana por primera vez, siguen creciendo y llevando su oferta a todos los cuerpos, gustos y necesidades. El próximo reto: la venta online; animada además por el revuelo suscitado en redes sociales.
Lencería Charo es el claro ejemplo de que las pequeñas ideas son las que mueven el mundo. Esta fama repentina anima a Eva, Juani y Lucía a seguir ayudando a su clientela a verse mejor y a acudir a su trabajo con ganas de continuar levantando la persiana otros cuarenta años más.