Cruz Roja ha sido sede esta mañana de un emotivo encuentro interegeneracional: las usuarias del área de personas mayores han entregado unas mantitas de punto elaboradas especialmente para los niños del programa de acogimiento familiar.
Desde hace varios años, Cruz Roja combate la soledad no deseada entre las personas mayores con un taller de crochet que se ha convertido en un punto de encuentro para ellas. Una cita semanal que les da un contacto social necesario y a la que ahora le han encontrado una nueva utilidad.
Después de mucho tejer, hoy han podido entregar estas mantitas de punto a las familias del programa de acogimiento de menores para que las utilicen los bebés este invierno.
Y es que a veces en los gestos más sencillos y cotidianos se esconde la felicidad.