Los sueños de las noches eléctricas, de Clara Gámiz, recala en la Sala Jorge Rueda del Centro Andaluz de la Fotografía. El proyecto retrata con un equipo analógico la transición a la madurez de una generación que navega entre sueños, dudas y anhelos
El Centro Andaluz de la Fotografía de la Consejería de Cultura y Deporte en su sede de Almería acoge la exposición ‘Los sueños de las noches eléctricas’ de Clara Gámiz (Granada, 1994). Concretamente, dentro del ciclo Tránsitos en sala Jorge Rueda se podrá ver este proyecto fotográfico que la autora ha llevado a cabo con que se conoce como el equipo básico de campaña de un reportero de la era analógica. Un hallazgo del pasado para revelar el presente que se podrá visitar hasta el 28 de agosto. Esta muestra es un trabajo que captura escenas íntimas de una generación joven que se desenvuelve en la vibrante escena musical granadina. ‘Los sueños de las noches eléctricas’ retrata a “una generación de neveras vacías y sueños al abismo desconocido de la vida, logrando una conexión íntima y profunda con el espectador”. Es ahí donde los personajes de las imágenes de Clara Gámiz se presentan ante la cámara “vulnerables a los deseos, los miedos y las dudas ante un futuro cuestionable. La muestra exhibe una colección de imágenes que a pesar de haber sido tomadas hace poco tiempo parecen rescatadas de un archivo antiguo, exhiben las heridas, patentes en rayadura o sobreexposiciones como si estuvieran infectadas por la alucinosis, la carcoma o el abandono. Algunas incluso parecen enfermas, fantasmáticas, quizá, para algunos jóvenes, como el tiempo histórico al que ellos intentan sobrevivir, y que aquí, en parte, los retrata”, según recoge el dossier de la obra. El trabajo de Gámiz desafía las convenciones con una disposición que remite a la cartelería de eventos musicales en espacios públicos. Está compuesto por 11 fotografías carentes de marcos, impresiones de gran formato colgadas con clavos, imágenes adheridas con cinta adhesiva o encapsuladas en cristal sostenido por escuadras metálicas conforman un montaje que enfatiza lo precario. La exposición se complementa con una pieza audiovisual de la propia autora.