En una constante e imparable trayectoria ascendente, el Yacimiento Arqueológico Barrio Andalusí (antiguo Mesón Gitano), a los pies de la Alcazaba y con las vistas panorámicas de la ciudad, abierta y bañada por el Mar Mediterráneo, recibió en la tarde noche del sábado una nueva edición de Almería, Moda, Arte y Cultura (AMAC), un evento que año tras año ha ido creciendo en prestigio, notoriedad y alcance, hasta haberse convertido ya en un referente tanto para los diseñadores más emergentes y talentosos como para los valores consolidados del momento. Una cita que, además, cuenta en cada edición con una cuidada selección musical de actuaciones en directo, presentadores de lujo, influencers y muchas más sorpresas. Desde el primer momento, el ambiente fue eléctrico y ecléctico. La pasarela se convirtió en un escenario donde las prendas más vanguardistas y creativas desfilaron en combinación con música en directo y las mejores sesiones, captando en todo momento la atención y el corazón del público. La combinación de luces, sonidos y estilos visuales creó un espectáculo multisensorial que mantuvo a todos en vilo. AMAC ha contado este año de nuevo con el apoyo institucional del Ayuntamiento de Almería de la Diputación Provincial a través de la marca Sabores Almería, y de la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Cultura y Deporte, además de Spicy Session, Adiara o Crash Music a cargo de la producción artística y musical, con patrocinadores como Vera Import, Koppert, Schweppes o Larios. El tatuador de reconocimiento internacional Rodrigo Gálvez, habitual de Sergio Ramos, Marc Anthony o Alejandro Sanz, entre otros muchos, fue el encargado de abrir la programación ofreciendo un espectacular tatuaje en directo mostrando su incuestionable talento. Leo Norma y Victoria Salas fueron los primeros creadores de moda que ofrecieron sus creaciones más recientes y estilosas con desfiles que cosecharon sendas ovaciones cerradas. Antes del intermedio de una hora para degustar los productos de la tierra y escuchar una nueva sesión musical, Soleá Morente brindó su cante con gusto contemporáneo y más apegado al disco de los ochenta y toque de funk para enlazar su última canción con el desfile de la colección de María Lafuente. El evento cerró del lado de la moda con otro fantástico carrusel a cargo de Ángel Schlesser y la actuación musical de Kiki Morente, que demostró el talento innegable, heredado de su padre, el gran Enrique Morente y su madre, bailaora y pintora, como había hecho antes su hermana Soleá, poniendo el colofón a una jornada que se ha convertido en imprescindible para los amantes de la moda, en una oda al talento y al arte de forma integral. Un evento de moda, pero también de música y arte en Almería.
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