El Puerto ha reabierto el tráfico marítimo a las 3 de la tarde. Mientras la humedad y el frío inundan la costa, en el interior las temperaturas son anormalmente altas.
Algunos buques procedentes de Nador han tenido que esperar frente a la bocana antes de atracar y otros con destino Melilla no han podido zarpar. Varios vuelos no han podido salir del aeropuerto, otros no han podido llegar a causa de la niebla, producida por la condensación tras sufrir temperaturas altas y falta de viento. Al mismo tiempo pueblos del interior de la provincia registran temperaturas de hasta 30 grados. Tiempo loco y lleno de contrastes que, según los especialistas en climatología, es producto del cambio climático.
El calentamiento al que sometemos a nuestro planeta hace que el tiempo sea así de variable y que vivamos alteraciones climáticas que no son usuales.
La frecuencia y la intensidad de los fenómenos extremos es cada vez mayor y los expertos advierten que debemos estar preparados. Las “noches tropicales” de Almería con mínimas que no bajan de 20 grados empiezan a ser “noches tórridas”, con mínimas superiores a los 25, y ya se habla de la posibilidad de las llamadas “noches infernales” con temperaturas superiores a 30 grados. Pero no solo se habla de altas temperaturas porque lo que cambian son los patrones de variabilidad climática, de modo que también se esperan temperaturas mínimas muy bajas y fenómenos meteorológicos extremos.
Por delante quedan los meses de invierno pero es imposible hacer predicciones más allá de una semana porque son muchos los factores que influyen en el tiempo. Por ahora, y en unos días, continuarán temperaturas suaves con mínimas el próximo fin de semana que bajarán hasta los 7 grados.