Un lunes santo más el Zapillo ilumina la noche con el Gran Poder. Los nazarenos de negro austero y de luto completaron junto a su Padre Jesús uno de los recorridos más largos de nuestra Semana Santa
Sobriedad, solemnidad y silencio, son algunas de las palabra que sirven para definir el Gran Poder de El Zapillo. Un lunes santo más este barrio se da cita en la iglesia parroquial de San Pio X para ver salir al Señor del Gran Poder, Una salida como siempre complicada, con sumo cuidado, este año guiados por José Corpas, que se estrenaba como capataz. El paso lucía manto de claveles rojos, el Nazareno del Gran Poder vestido por Pedro Padilla. Cortejo de en torno a una centena de nazarenos con hábito negro, cinturón de esparto, escudo bordado en el pecho. Entre las novedades, la restauración del llamador y de dos báculos así como nueva bandera en terciopelo. Paso sobrio, firme, rumbo al centro de la ciudad, oliendo a mar y a primavera.
Impactante paso por carrera oficial. Las velas iluminaban el devenir de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. La oscuridad y el silencio acompañaban a esta hermosa talla que no se detenía ante los saeteros para mantener el orden y la austeridad del cortejo procesional. Emoción, majestuosidad y mucha sobriedad, en uno de los momentos más esperados de nuestra semana santa.