El Teatro Cervantes vivió la gran fiesta del patrimonio histórico almeriense. Los Amigos de la Alcazaba reconocieron la labor de instituciones y personas y le dieron un toque de atención al delegado de cultura de la Junta por su gestión de la crisis del ‘Taladrazo’ del Alcazaba
Los Amigos de la Alcazaba celebraron a lo grande el décimo aniversario de sus premios. En un repleto Teatro Cervantes entregaron sus galardones en positivo y en negativo. Una declaración de amor por la defensa del patrimonio acompañada de música clásica o fusión flamenco oriental.El primer premio que se entregaba era el espinoso Chumbo Verde que quiere ser un toque de atención a una institución o persona. El delegado de Cultura, Alfredo Valdivia, se llevó este dudoso honor por su gestión en la crisis del taladrazo del Alcazaba. El propio Valdivia defendía así su gestión.Los premios en positivo o Alcazaba recayeron en el historiador Lorenzo Cara, por su incasable labor; el pueblo de Padules por su recreación de La paz de las Alpujarras; el IES Celia Viñas por el uso del patrimonio histórico como recurso didáctico; y la plataforma Salvemos La Molineta por su ardua lucha.Esperemos que en 2018 sólo haya premios Alcazaba y el Chumbo Verde se quede desierto.