San Antón volvió al Casco Antiguo, y de nuevo a bendecir animales domésticos. En una mañana espléndida, San Antón procesionó por la falda de la Alcazaba para proceder luego a la bendición de mascotas y a la subasta de los populares ?rabicos?
El pasado domingo fue el día elegido por la parroquia de San Juan para celebrar los tradicionales actos del patrón de los animales: procesión por el casco antiguo de la ciudad, recorriendo las calles situadas en la falda de la Alcazaba; bendición de animales domésticos en la plaza del Cristo de la Buena Muerte; y la popular subasta de ?rabicos?, cestas con productos populares. Y se acabaron las fiestas pues, de nuevo recurrimos al refranero, hasta San Antón, Pascuas son.Sin duda, el momento más esperado por la chiquillería fue la bendición de animales. Las mascotas eran mayoritariamente perros; pero también pájaros en sus jaulas, algún gato e incluso un par de tortugas de agua, que recibieron su ?ración? de agua bendita por parte del párroco. San Antón los protegerá a todos. Tras ello, la subasta de los populares ?rabicos?. Originariamente los ?rabicos? eran rabos de animales, generalmente cerdos, que se subastaban entre los asistentes comenzando la puja por tres euros. Poco a poco fueron saliendo a subasta otros productos, mayoritariamente de panadería: roscones de distintos tipos, de Reyes e incluso alguna cesta de Navidad que aún queda por ahí. La subasta llegó a alcanzar cifras importantes, para obras de la parroquia. Y el domingo que viene, de excursión a Trevélez. San Antón acabó la programación de este año con nuevas estampas inolvidables para muchos de los presentes en sus actividades.