Más de tres meses después de que se pusiera en vigor la prohibición de fumar en espacios públicos cerrados, los almerienses se han acostumbrado a salir a la calle o a sentarse en una terraza para fumarse un pitillo.
Cien días después de la entrada en vigor de la ley que prohibe fumar en espacios públicos cerrados, los negocios afirman que los dos primeros meses las ventas cayeron hasta un 80%, pero aseguran que los locales tienen ambientes mucho más limpios y que los clientes acatan la norma de fumar en la calle.Un periodo de más de tres meses en el que la gente se ha acostumbrado a fumar en las terrazas o a salir a la calle a fumarse un cigarrillo. No obstante, encontramos opiniones para todos los gustos.Sin duda, distintas formas de adaptarse a una ley que la mayoría de los negocios siguen calificando de restrictiva.