El Teatro Apolo se volvió a quedar pequeño con una importante representación de la sociedad almeriense, y por supuesto de las autoridades religiosas y políticas, para presenciar el pregón de la Semana Santa a cargo de Manuel Martínez
Solemne, emotivo y lleno de sentimientos, así resultó un año más el pregón de la semana santa de la capital. El teatro Apolo se volvió a quedar pequeño con una importante representación de la sociedad almeriense, y por supuesto de las autoridades religiosas y políticas. Todos esperaron al pregonero Manuel Martínez Ramírez, cofrade y fotógrafo, que fue presentado por su hijo el también fotógrafo de la semana de pasión Franja.Durante el pregón, Martínez se enconmendó a la patrona, la virgen del Mar, para que le sirviera de guía y de orientación. Seguidamente hizo un recorrido por las 23 cofradías almerienses.Un pregón cargado de emociones del que el propio Manuel Martínez aseguró haberle servido para desnudar su corazón.