La Mesa del Ferrocarril cambió ayer las movilizaciones en la calle por una jornada de reflexión sobre la situación del transporte ferroviario, sus perspectivas de futuro y la demanda de unos trenes dignos. La conclusión fue clara: Almería necesita engancharse al ferrocarril de alta velocidad, al Corredor Mediterráneo, y que este incluya las mercancías.
La Mesa del Ferrocarril ha organiza su primera jornada, bajo el título ?Almería quiere tren?, para analizar el impacto que la llegada del Corredor Mediterráneo tendrá en la provincia de Almería. Entre los ponentes se encuentraba el exsubsecretario del ministerio de Fomento, Jesús Miranda Hita, para quien la llegada del AVE a Almería es una cuestión de ?voluntad política?. El almeriense, bajo cuya gestión se realizaron las únicas obras del AVE con Murcia que están terminadas, también ha cuestionado que se tengan que hacer nuevos proyectos del trazado cuando ya estaban redactados y listos para su licitación. En el acto, celebrado en la Casa de Las Mariposas, también participó el director del Servicio de Estudios Agroalimentarios de Cajamar, David Uclés quien señalaba la importancia de tener una infraestrutura como el ferrocarril para la salida de nuestros productos, pues supondría un impacto inmediato sobre la economía de la provinciaAdemás, en la jornada se señalaba que la demanda turística crecerá de forma importante por la reducción de a tres horas y media del viaje con Madrid y a cuatro horas y media con Barcelona. En el transporte de hortalizas se estima un ahorro de seis céntimos por kilo, lo que puede suponer unos 160 millones de euros al año, sólo en la provincia de Almería. Los estudios realizados calculan que Corredor Mediterráneo una vez terminado, desde la frontera con Francia hasta Algeciras, generará una actividad socioeconómica que incrementará cada año entre un 0,5% y un 1% el PIB durante, al menos durante una década. Es decir, unos 100.000 millones de euros en 10 años.Finalmente una mesa redonda con carios periodistas aseguraban que Almería necesita engancharse al ferrocarril de alta velocidad, al Corredor Mediterráneo, y que este incluya las mercancías.