Como cada mes de enero, comienzan los exámenes para miles de universitarios, que recurren estos días a litros de café y horas de estudio en la biblioteca, con el objetivo de pasar limpios al próximo cuatrimestre.
Para los estudiantes, la cuesta de enero, se traduce en la cuenta atrás para los temidos exámenes. Bibliotecas y salas de lectura ya se han contagiado del estrés y el nerviosismo de los universitarios, que inundan estos espacios con el objetivo de aprovechar hasta el último minuto de estudio.Para facilitar a todos los estudiantes el acceso a la biblioteca, la Universidad habilita una sala de estudio, abierta las 24 horas del día, de lunes a domingo, a lo largo de todo el período de exámenes.Desde este semana, y hasta mediados de febrero, los universitarios almerienses estarán encerrados en la biblioteca entre montones de apuntes y litros de café. El objetivo, superar los exámenes y estar un paso más cerca de un verano lejos de los libros.